miércoles, 4 de febrero de 2015

La estrella que quería ser cometa

Erase una vez una estrella que vivía en un hermoso firmamento. Era juguetona , alegre, inquieta y ¡muy atrevida!. Caminaba por el espacio de aquí para allá y escapaba de su estrella guía para viajar solita  y explorar nuevos lugares. Un día la estrellita  vio pasar a su lado a toda velocidad a un cometa
 ¡Que estrella más chula!- exclamó-,! tiene una hermosa cola brillante!. Yo quiero tener una igual, o más grande.
-Nana, quiero tener una cola brillante como esa que acaba de pasar- dijo a su guía-
-Tú no puedes tener cola, eres una estrella, pequeña y muy desobediente, deja de escaparte y vuelve a mi lado, si no te perderás.
-¿Cómo crecerán las colas a las estrellas, Nana?
-No lo sé, pregúntale a la abuela, seguro que ella si lo sabe.
La estrella fue a ver a su abuela que descansaba sobre un meteoro plateado y tricotaba nubes para el cielo. La abuela se puso muy contenta y le regaló a la estrellita una bufanda de nube.
-Abuela, ¿cómo le crecen las colas a los cometas?
-Es un secreto,- le contestó la abuela- dicen que hay un lugar entre dos planetas, muy oscuro y peligroso, pero que si eres capaz de atravesarlo saldrás con una hermosa cola dorada que te crecerá cada año,  y te convertirás en cometa.
-A mí me gustaría ir, Nana,¿ puede llevarme?
-Tú eres pequeña, no puedes ir, además necesitas un satélite verde voluntario que te acompañe, ya que solo los satélites verdes conocen las palabras mágicas que hay que pronunciar para que ocurra el cambio. Día tras día, noche tras noche la pequeña estrella pensaba y pensaba, preguntaba a cada meteorito, satélite o planeta   que pasaban a su lado. Pero nadie la escuchaba. Sumida en la tristeza de la oscuridad nocturna, salió de su órbita estelar para encontrar alguna respuesta. En un breve instante una suave luz iluminó el firmamento anticipando la llegada de una estrella fugaz. Los murmullos de la noche callaron sus voces al ver que la estrella fugaz estaba detenida, escuchando el llanto de la pequeña estrella.
-¿qué te ocurre, pequeña?
-Nadie me escucha, yo quiero ser como tú
-¡quieres ser de las fugaces,! no sabes lo que dices!
-Yo quiero una larga cola hermosa y brillante. Quiero ser cometa.
-Nuestra vida parece interesante porque podemos conceder deseos , pero¿ sabes una cosa?, cuando has cumplido cuatro deseos te rompes en miles de pedacitos, y caes, caes hasta que te apagas. Y la cola desaparece. Pero tú puedes ser la estrella más brillante si creces aceptando como eres.
La estrella volvió junto a su guía y regresó a su casa. Nunca más quiso ser otra cosa que una linda estrella.



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